La tecnología en mi vida
Tengo 48 años y cuando pienso en los cambios tecnológicos en mi vida, se me vienen a la mente las palabras de mi tutora de trabajo de licenciatura el día que le entregaba, tipeado en máquia de escribir eléctrica, mi trabajo final:
_ Daniela, me han dicho que existe algo llamado Internet. Tendríamos que averiguar en el Cricyt y pagar, por supuesto, pero tipeando tu tema de investigación podemos ver qué se ha escrito sobre él en otras partes del mundo...
Eso fue en el 1994... y hoy me encuentro con conexión gratuita e información rápida en todas partes por donde me muevo.
No me puedo imaginar mi trabajo docente y de mamá sin la tecnología que tengo a disposición y eso que soy reticente a vivir "conectada" y a "tecnologizar" demasiado mis clases.
Creo que esta imagen me representa bastante, aunque mis hijos ya han crecido. Me muevo entre mi rol de madre, ama de casa y docente, necesito de muchas manos, pero nunca puedo desprenderme de la tecnología. Llegó a mi vida para quedarse, aunque a veces me resista. Me ayudan a diario mi celular que es mi despertador, agenda, teléfono, máquina de fotos, "grabador", correo electrónico, conexión con mis padres ya mayores y mis hijos que están empezando a volar. Incondicional es mi compu de escritorio y la notebook que me acompaña al trabajo junto con mi parlante con blue tooth.
Mi principal resistencia está dada porque me da mucha inseguridad no tener el control total de lo que pasa en el aula. Cuántas veces he planeado, después de mucho tiempo de preparación una actividad para la que necesito conexión... y ese día "se cayó el sistema".
También me resisto un poco porque no quiero "pulgarcitos"(Miguel Serres) de 24 horas. Ya demasiado usan la tecnología fuera del aula... En el aula quisiera enseñarles a usar otros recursos que también les abrirán nuevas puertas: las relaciones humanas, el mirarse a los ojos, el poder "ver" lo que dice y siente mi compañero a través de lo gestual.
También me resisto un poco porque no quiero "pulgarcitos"(Miguel Serres) de 24 horas. Ya demasiado usan la tecnología fuera del aula... En el aula quisiera enseñarles a usar otros recursos que también les abrirán nuevas puertas: las relaciones humanas, el mirarse a los ojos, el poder "ver" lo que dice y siente mi compañero a través de lo gestual.
Pero la tecnología llegó. Y llegó a mi aula. Ahora tengo que enseñar inglés, responsabilidad, aceptación de la cultura del otro, especificidad de la ciencia y las nuevas competencias ligadas a las tecnologías. No podré enseñarles a usar diferentes aplicaciones, ellos van a la vanguardia. Sin embargo en mis manos están otros aprendizajes que Manuel Area Moreira resume así:
· enseñarles a buscar, localizar y comprender información en internet.
· enseñarles a expresarse mediante distintos tipos de lenguajes, formas simbólicas y
tecnológicas, saber difundir públicamente las ideas propias en blogs, wikis,
etc.
· enseñarles a comunicarse e interaccionar socialmente con otras personas mediante los
recursos de la red.
Citando los conceptos de Zygmunt Bauman: la sociedad sólida me daba más seguridad... pero ya no existe. Tengo que lanzarme a nadar y como docente a TRANSFORMAR esta nueva sociedad líquida.
Mi desafío: la educación en la modernidad líquida
Educar en la época de la
modernidad líquida nos compromete, en primer lugar a entender los procesos por los que estamos atravesando, lo cual exige de nuestra parte, abrir nuestro pensamiento,
mirar el universo circundante como mira un exiliado (Bauman, 2000) los nuevos
espacios donde debe inscribir su actuar.
A pesar de que en mis trabajos la "conexión" es un problema, estoy dispuesta a seguir mejorando mis prácticas, para poder llegar a mis alumnos, que están tantas veces "offline" de mi clase y "online" en su mundo.
Este video me ayudó a descubrir diferentes herramientas digitales que poco a poco podré incorporar.
Excelente tu blog, muy claro y limpio, el contenido es ágil y facilmente entendible.
ResponderEliminarMuy lindo tu trabajo Profe.
ResponderEliminarGracias Luis por tu apreciación. Para mí es muy valiosa.
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